04/06
Salimos, hasta el momento, a la más arriesgada de las aventuras, «los fiordos occidentales».
Partimos de Drangsness. El paisaje solitario y de montañas nevadas nos dejaba una sorpresa en cada curva de la carretera.
En Hvitanes encontramos las focas, la colonia de focas que nos había indicado la guía de Hvammstangi. Al principio me parecían piedras, ya que estaban echadas durmiendo o descansando. Alguna que otra nadaba y se movía. Aparte de las fotos grabé un video. Me dió alegría verlas en su hábitat.
Desde ahí hasta el siguiente enclave, en el pueblo de Sudavic, el paisaje era increíble. Los fiordos son espectaculares y la naturaleza te hace sentirte plena y afortunada de estar allí. Aquí os dejo unos ejemplos que os dirán más que mis palabras.
Paramos en Sudavic. Compramos pan y chocolate islandés casero , tomamos café y finalmente llenamos el tanque de gasoil. El personal de la gasolinera era muy agradable. Había gente del pueblo reunida y nos dieron respuesta a todo lo que les preguntábamos. La mayoría no hablaba inglés ( cosa que nos extrañó ya que hasta entonces todos lo hablaban) y uno de ellos hacía de traductor. No pudimos dejar de visitar el pueblo. Pequeño, con casas modernas con jardines preciosos y pensábamos cómo sería en pleno invierno.
Visitamos el museo del zorro ártico. Era un museo pequeño y encantador. Había unos videos muy amenos que nos explicaban todo sobre los zorros árticos. También zorros disecados y otros dos en cautividad en el jardin.
Nos dirigimos a Isafjórdur y de allí, nada mas llegar, al centro de información pero estaba cerrado ya. Unos locales que estaban tomando unas cervezas nos informaron de la piscina de allí pero que aún mejor era la del pueblo de al lado de Bolungavik. Con ellos estaba una chica de Guatemala que nos ayudó en la información también. Nos invitaron a su grupo y a tomar cervezas y la verdad es que nos apetecía mucho pero estábamos rendidos de todo el día de camino. Dado que no oscurece alargamos la jornada a tope! Cuando llegamos a Bolungavik comprobamos que se trataba de un spa y no de una piscina termal y nos fuimos al camping.
Y para nuestra sorpresa este camping comparado con los otros era de lujo total. Aparte del enclave maravilloso bajo una preciosa y hermosa cascada. Comprobamos que había unos caminos para hacer trekkings. Hicimos planes para el día siguiente incluyendo la cascada, claro!